Hoy, celebramos la fiesta de salida de vacaciones de medio año, y para cambiar un poco el ambiente, llevamos a nuestros estudiantes a un centro comercial para almorzar en un Restaurante de Comida Rápida.
Fue toda una aventura, los chicos y chicas tenían que viajar en autobús público, pagar su pasaje, llegar al restaurante, ordenar e inclusive pagar.
Para aquellos que son más desenvueltos, no hubo ningún problema, pero para algunos de mis estudiantes, que tienen dificultades para comunicarse, por problemas de lenguaje, fue una experiencia muy positiva e incluso enriquecedora.
Tengo una chica, que presenta mutismo electivo, sólo conversa con personas que son muy allegadas a ella y con extraños prácticamente no dice ni "a". Pero cuando tuvo que ordenar, con una muchacha por cierto muy amable, que le preguntó que si quería su combo con hamburguesa o pollo, la niña dejó de lado su "mutismo" y le dijo claramente: "Hamburguesa".
Obvio que la cajera no llegó a comprender en cuanto había ayudado a la niña a superar sus necesidades de comunicación, pero para mí, en lo personal, aprendí algo fundamental: "Las necesidades fundamentales (vestimenta, cariño y en éste caso, la alimentación) son motivaciones que impulsan y ayudan a superar cualquier necesidad".
Darles la oportunidad a nuestros estudiantes de desenvolverse y valerse por sí mismos, es la mejor educación para la vida que se les puede brindar.
Fue toda una aventura, los chicos y chicas tenían que viajar en autobús público, pagar su pasaje, llegar al restaurante, ordenar e inclusive pagar.
Para aquellos que son más desenvueltos, no hubo ningún problema, pero para algunos de mis estudiantes, que tienen dificultades para comunicarse, por problemas de lenguaje, fue una experiencia muy positiva e incluso enriquecedora.
Tengo una chica, que presenta mutismo electivo, sólo conversa con personas que son muy allegadas a ella y con extraños prácticamente no dice ni "a". Pero cuando tuvo que ordenar, con una muchacha por cierto muy amable, que le preguntó que si quería su combo con hamburguesa o pollo, la niña dejó de lado su "mutismo" y le dijo claramente: "Hamburguesa".
Obvio que la cajera no llegó a comprender en cuanto había ayudado a la niña a superar sus necesidades de comunicación, pero para mí, en lo personal, aprendí algo fundamental: "Las necesidades fundamentales (vestimenta, cariño y en éste caso, la alimentación) son motivaciones que impulsan y ayudan a superar cualquier necesidad".
Darles la oportunidad a nuestros estudiantes de desenvolverse y valerse por sí mismos, es la mejor educación para la vida que se les puede brindar.